Ansiedad
Qué es, síntomas, tipos y cómo tratarla
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Datos claves
Cerca del 2.9% de los jóvenes mayores de 15 años en México sufren de ansiedad social.
Se estima que alrededor del 6.6% de los adultos sufren de un trastorno de ansiedad por separación.
Aproximadamente el 44% de los hombres y el 56% de las mujeres mexicanas presentan síntomas de ansiedad.
Se calcula que desde el inicio de la pandemia por Covid-19, los casos de ansiedad generalizada han aumentado en un 14% en todo México.
Alrededor del 7% de la población mexicana mayor a 9 años sufre de alguna fobia específica.
La población mexicana entre 30 y 40 años de edad, son quienes más solicitan ayuda a especialistas en la salud mental.
Dentro de los factores de riesgo más comunes de la ansiedad se encuentran el divorcio, la pérdida de un ser querido y el desempleo.
85 doctores ofrecen tratamiento para la ansiedad en doctoranytime.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una emoción y una respuesta de anticipación a una amenaza que se ubica en el futuro, o que es desconocida. Todas las personas pueden sentir ansiedad en algún momento de sus vidas, ya que es una emoción secundaria inherente a los seres humanos, además de que tiene funciones adaptativas. Es completamente normal experimentar ansiedad ocasionalmente, el problema surge cuando la ansiedad se prolonga y se convierte en un estado emocional constante que empieza a interferir con el curso de la vida diaria.
La ansiedad puede aparecer cuando tus expectativas no coinciden con tu entorno, cuando la incertidumbre te rodea. Usualmente cuando las situaciones del día a día no se alinean con lo que esperas o deseas, puede surgir la ansiedad. También, la ansiedad puede nacer de la incapacidad que tenemos de escapar o de evitar algunas situaciones temidas, incómodas o amenazantes, cuando sobre-estimamos el potencial de amenaza que estas situaciones podrían tener en realidad.
“Las causas de la ansiedad pueden ser muy diversas. Sin embargo, algunas de las causas que aquejan comúnmente a mis pacientes son el evitar los sentimientos o emociones "negativas" como la tristeza, el miedo, o la angustia acompañada de llanto. No expresar estas emociones en el momento adecuado y guardarlas generalmente lleva a momentos de quiebre con mucha ansiedad o depresión.”
No darle un manejo adecuado y oportuno a la ansiedad puede conducir a la aparición de un trastorno de ansiedad o una crisis de ansiedad. De hecho, los trastornos de ansiedad se encuentran entre las alteraciones de salud mental más frecuentes en el mundo entero. Varios estudios demuestran que el incremento de los trastornos de ansiedad están asociados a la pandemia por Covid-19, a situaciones traumáticas personales y familiares, al deterioro psicosocial, al maltrato psicológico, a ciertos modelos de crianza, al aumento de las adicciones, a la ingesta de alcohol y tabaco, entre otras razones.(1)
Algunas diferencias entre la ansiedad y los trastornos de ansiedad:
Ansiedad
- Es una reacción emocional normal ante situaciones de estrés, angustia, peligro o incertidumbre.
- Es momentánea. Puede permanecer por 30 minutos y disiparse.
- Tiene una función adaptativa y en ocasiones protectora.
- Existen formas de volver a un estado de calma y continuar con las actividades del día a día.
Trastornos de ansiedad
- Ocurren cuando la ansiedad perdura y no se trata a tiempo.
- Pueden durar semanas, meses y años.
- Interfieren con la vida y con el curso normal de las actividades diarias.
- Son catalogados como alteraciones de la salud mental.
- Requieren tratamiento psicoterapéutico y en ocasiones el uso de medicamentos.
- Alteran el curso del sueño, el ánimo, el apetito, etc.
Síntomas de ansiedad
¿Cómo saber si tengo ansiedad?
“La ansiedad es una respuesta normal que funciona como un sistema de alarma interna, que nos prepara para enfrentar situaciones de estrés en donde se ponen en riesgo la integridad física, psicológica o en nuestra autoestima personal. Cuando la ansiedad es patológica, esta ya no es adaptativa sino que es incapacitante. Se han identificado elementos de riesgo asociados a la ansiedad patológica, tales como factores genéticos con hipersensibilidad a eventos de estrés moderados, factores psicosociales como el vivir en un medio ambiente violento y factores neurológicos.”
La mejor forma de saber si tienes ansiedad es aprender a identificar los síntomas que puedes experimentar. Es usual que muchas personas no sepan que viven con ansiedad constantemente o no entienden de dónde provienen algunas crisis emocionales. Por esto, a continuación te damos la lista de los síntomas de ansiedad más comunes:
Sudoración excesiva en diferentes partes del cuerpo (frente, palmas de las manos o pies)
Aumento del ritmo cardíaco o palpitaciones
Agitación y sensación de tensión constante
Hiperventilación: respiración acelerada e incontrolada
Presencia de temblores corporales
Dolor de pecho o sensación de opresión
Alteraciones en el sueño: pesadillas o dificultades para conciliar el sueño
Sensación de desesperación y agotamiento
Preocupación constante que impide el curso normal de las actividades diarias
Sensación de peligro inminente o pánico
Pensamientos constantes e intrusivos (obsesivos) respecto a la preocupación o situación específica
Problemas para concentrarse en otra actividad
Inquietud motora (piernas inquietas, manos y pies en constante movimiento, etc)
Tipos de ansiedad
Los tipos de ansiedad suelen catalogarse como trastornos con diferentes características, síntomas y consecuencias para la vida cotidiana. Si te identificas con los síntomas de ansiedad listados anteriormente, es importante que acudas con un especialista de la salud mental para que te ayude a diagnosticar el nivel de ansiedad que te aqueja y/o si ya has desarrollado algún trastorno de ansiedad. Para tratar con efectividad la ansiedad, es clave primero identificarla con precisión. Los tipos de ansiedad son:(1)
Trastorno de ansiedad generalizada:
Este trastorno se caracteriza por un patrón de ansiedad y preocupación excesivas, persistentes y frecuentes, que no guardan proporción con el impacto de la circunstancia en que se centra la preocupación. Los individuos con trastorno de ansiedad generalizada no suelen reconocer la naturaleza excesiva de su ansiedad, pero sienten molestia por este grado de preocupación. Para poder diagnosticar este trastorno, la persona tiene que haber experimentado los síntomas por mínimo o más de 6 meses.
Trastorno de ansiedad por separación:
Es una alteración en la que una persona experimenta un nivel de ansiedad excesivo con respecto a la separación de lugares o personas con las que tiene un fuerte apego emocional. Las personas con esta condición sienten ansiedad de perder a las personas más significativas para ellas, suelen tener pensamientos fatalistas y estar constantemente preocupados cuando están separados de los que aman. Estudios recientes han demostrado que este no es un trastorno que se presenta sólo en niños, sino que también es común en la adultez.
Trastorno de ansiedad social (fobia social):
Consiste en sentir un alto nivel de ansiedad, angustia y miedo a ser juzgado en situaciones sociales, incluidas las que implican tener contacto con extraños, debido a sentimientos de inseguridad. Las personas que padecen este trastorno suelen tener miedo a pasar vergüenza en situaciones sociales, conociendo gente nueva o hablando en público.
Agorafobia:
Es un trastorno que produce un miedo intenso a permanecer en espacios públicos de los que escapar sería difícil. Las personas con agorafobia sienten elevada ansiedad y pánico al estar en ambientes de transporte público, espacios abiertos (áreas de estacionamiento, supermercados, etc), espacios cerrados (teatros, cinemas, coliseos, tiendas), o estar rodeados por multitudes.
Trastorno de pánico:
Este trastorno se caracteriza por un patrón de ataques de pánico recurrentes acompañados de una preocupación recurrente o un cambio de comportamiento constante. Los individuos con trastorno de pánico experimentan síntomas de ansiedad y deterioro en sus capacidades para ser funcionales en el día a día. Los ataques de pánico se producen de forma espontánea, sin nada que necesariamente los desencadene, producen una sensación de miedo intenso acompañado de varios síntomas físicos y la sensación de que la persona puede morir en cualquier momento.
Mutismo selectivo:
Es una condición de salud mental que no le permite a quien la padece hablar en algunos ambientes sociales o situaciones específicas (usualmente niños). Esta constante incapacidad no deja que la persona exprese palabra alguna en contextos sociales como por ejemplo la escuela, las reuniones familiares, a la hora de socializar con pares, la universidad, el trabajo, etc. Sin embargo, la persona sí tiene la capacidad de hablar en ambientes en los que se siente seguro/a.
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias
Este trastorno se expresa a través de elevados niveles de ansiedad y pánico que son causados por el consumo de sustancias psicoactivas o por la ingesta adictiva de algunos medicamentos. Además, este trastorno hace que las personas que sientan un síndrome de abstinencia en ausencia del consumo de las sustancias.
Trastorno de ansiedad debido a una enfermedad médica:
Esta alteración produce un estado constante de ansiedad y pánico causado por la presencia de una enfermedad médica o problemas físicos diagnosticados en la persona. Algunas enfermedades endocrinológicas, condiciones cardiovasculares, enfermedades neurológicas, algunas alteraciones metabólicas, etc., pueden disparar este tipo de trastorno de ansiedad.
Fobia específica:
La fobia es un miedo excesivo a un objeto, circunstancia o situación específica. Las fobias se clasifican en función del objeto o situación que producen miedo (fobia a los insectos, a las alturas, fobia a las serpientes, etc). La fobia específica produce ansiedad intensa antes, durante y después de que la persona ha sido expuesta al objeto o situación que le produce temor.
Trastorno de ansiedad específico y no específico:
Este trastorno se diagnostica cuando existen síntomas de ansiedad intensos pero que no cumplen con el resto de criterios para ser catalogados como otro tipo de trastornos de ansiedad.
Ansiedad, estrés, depresión y miedo
¿Qué los diferencia?
¿Qué es? | ¿Cuánto tiempo dura? | ¿Es considerada enfermedad mental? | |
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Ansiedad | La ansiedad es una emoción y una respuesta de anticipación a una amenaza que se ubica en el futuro o que es desconocida. También, la ansiedad puede tener funciones adaptativas. Produce síntomas físicos. | La ansiedad funciona en forma de curva, es decir, va aumentando gradualmente hasta que alcanza su pico de mayor intensidad en aproximadamente 30 minutos. Después de 20 o 30 minutos, es usual poder encontrar un estado de calma. | La ansiedad al ser una emoción secundaria, no es considerada una alteración de la salud mental a menos que se convierta en un trastorno de ansiedad. |
Estrés | El estrés es un estado emocional que surge cuando sientes que las situaciones y problemas que te rodean superan tu capacidad de reacción y tus habilidades para responder adecuadamente. Produce síntomas físicos. | El estrés puede ser pasajero o patológico y aumentar su frecuencia. Depende de la gravedad de las situaciones estresoras o problemáticas. | El estrés no es considerado una enfermedad de la salud mental cuando es pasajero y no impide el curso normal de la vida (no debe confundirse con el estrés postraumático). |
Depresión | La depresión es un trastorno del estado de ánimo que conduce a una modificación severa de cómo las personas piensan, sienten y actúan. | Los síntomas de depresión deben perdurar durante al menos 2 semanas o hasta 6 meses, y deben generar un deterioro significativo en el funcionamiento diario. | La depresión es una enfermedad de la salud mental. |
Miedo | El miedo es una emoción primaria acompañada de síntomas físicos. El miedo es una respuesta psicológica a una amenaza ubicada en el presente o que es inminente. | Como la mayoría de emociones, el miedo es pasajero. La emoción puede durar en el cuerpo y la mente por aproximadamente 30 minutos. Cuando el miedo perdura e impide el curso de la vida diaria, se puede convertir en pánico o en ataques de pánico. | El miedo no es una enfermedad de la salud mental. |
“La ansiedad es un estado emocional en el que predomina la intranquilidad y el nerviosismo, respiramos de una manera superficial, los pensamientos están asociados a preocupaciones al futuro próximo o indefinido y se siente como opresión en el pecho, o estómago, puede haber taquicardia en ocasiones.
El estrés es más bien una presión que nos supera… Como cuando te pide tu jefe un encargo más para el día de hoy a las 6pm y ya son las 5pm y ya tenías más pendientes que entregar. Sin embargo, esta presión se va cuando culminas con la tarea en cuestión.
El miedo es una emoción primaria, de las 6 que hay. El miedo es completamente instintivo y nos ayuda a preservar nuestra vida. Si sentimos una araña recorriendo nuestra espalda, sentimos miedo. Quizás sentimos la sensación de quedarnos helados, o salimos corriendo, o bien, la atacamos. Estas son respuestas comunes y útiles para la propia supervivencia. La depresión al contrario es un trastorno relacionado con una tristeza profunda, pérdida de ganas de vivir, de trabajar, de tener hobbies, de cuidar sus relaciones, les quita energía, etc. Generalmente, las personas con depresión tienen mucha culpa o miedo y en eso se les va la energía, quedando "atascados" o confinados a su cama, el último lugar "seguro" que pueden encontrar. Ya que la depresión, paraliza la vida.”
El cerebro y la ansiedad
Algunos científicos del comportamiento han encontrado que la ansiedad social se asocia positivamente con el volumen de materia gris (sustancia que contiene la mayor cantidad de células neuronales) en el área del cerebro que resulta central para el procesamiento cognitivo de los sentimientos y de las emociones (Circunvolución temporal media derecha del cerebro). También, se ha encontrado que las personas con baja inteligencia emocional son más propensas a tener altos niveles de ansiedad social y pueden tener cambios en el volumen de la materia gris en esta zona del cerebro.(2)
“Dentro de algunos factores neurológicos de la ansiedad se destacan la estimulación excesiva del circuito del miedo en donde la corteza prefrontal, el tálamo, el hipocampo y, en especial, la amígdala cerebral están afectados. Junto a ello hay un desequilibrio de neurotransmisores donde se destaca el glutamato, la serotonina y la norepinefrina. El tratamiento para el padecimiento es a través del manejo combinado de psicoterapia y psicofármacos, buscando una resolución rápida que evite secuelas incapacitantes a futuro.”
El cerebro se activa de diferentes formas dependiendo del estado emocional por el que atravieses. La ansiedad y el miedo hacen que ciertas partes del cerebro aumenten su actividad y excitación. De hecho, pruebas preliminares en neurociencia hablan de la lateralización de los rasgos del miedo y la ansiedad, y se ha encontrado que el miedo está más localizado en el hemisferio derecho del cerebro y la ansiedad tiende a activar el hemisferio izquierdo del cerebro.
Por otro lado, la ansiedad puede relacionarse con un área del cerebro llamada hipotálamo. El hipotálamo es el encargado de la secreción de cortisol, que también es conocida como “la hormona del estrés”. El hipotálamo está relacionado con los trastornos de ansiedad dado que otra de sus tareas es ayudar a regular las emociones, especialmente el miedo. Cuando tienes ansiedad, el hipotálamo no sabe cómo manejar dicha emoción de manera adecuada y puede causar hiperventilación junto con una alza del ritmo cardíaco.
Puedes recordar toda tu vida gracias al hipocampo. En este órgano que tiene la forma de dos cuernos es donde se almacena la memoria a corto y largo plazo. Cuando aparece la ansiedad, los recuerdos o memorias se activan para colaborar en el proceso de regular las emociones. Por esto, si previamente has vivido una situación de peligro, cada vez que te encuentres con la misma situación, o con una similar, tu hipocampo es el encargado de hacerte recordar la sensación de peligro del pasado con el ánimo de que te protejas y no la experimentes de nuevo. Como resultado, puedes sentir ansiedad, miedo y angustia.(4)
¿Cómo calmar la ansiedad?
Saber lidiar con la ansiedad no es tarea fácil, más aún cuando esta emoción llega sin mayor preaviso. Sin embargo, existen algunas formas de ayudar a que tus niveles de ansiedad disminuyan y puedas encontrar un estado de calma. Este es el A, B, C, D de cómo afrontar la ansiedad:
Psico-edúcate
Psico-educarse se refiere a la posibilidad de aprender sobre tus propias emociones y sobre los fenómenos psicológicos que puedes experimentar a lo largo de tu vida. Cuando te psico-educas, te entrenas en entender cómo funciona tu propia mente durante un episodio de ansiedad, en qué momentos se disparan este tipo de emociones y cuáles son los síntomas que te indican que estás sintiendo ansiedad y no otra cosa. Identificar a tiempo los síntomas de ansiedad puede ayudarte a actuar a tiempo para pedir ayuda o distraer tu mente, de tal modo que el nivel de ansiedad no llegue a su máxima expresión.
Respira diafragmáticamente
La respiración diafragmática es una técnica terapéutica para permitirle a tu mente y a tu cuerpo entrar en un estado de relajación. La respiración diafragmática es un tipo de respiración controlada que ayuda a oxigenar tu cerebro y permite regular el flujo de sangre de tu cuerpo. Cuando tu cuerpo y mente no tienen una fuente de disconfort, resulta mucho más sencillo controlar tus emociones, tus pensamientos y tus acciones. Respirar diafragmáticamente significa “respirar con el diafragma”. El diafragma es el músculo que se encuentra arriba del estómago y debajo de las costillas. En términos prácticos, este tipo de respiración hace que sea el estómago el que suba y baje mientras respiras, y no sea el pecho el que lo haga.(3)
Este es el paso a paso de la respiración diafragmática:
Ubícate en una posición cómoda, de pie o sentado en una silla. Asegúrate de que tu espalda tenga buen soporte.
Coloca tu mano derecha sobre tu pecho y tu mano izquierda sobre tu estómago.
Inhala aire profundamente por 4 segundos, pero ¡ATENCIÓN!, hazlo de tal modo que sea tu estómago el que se infle y no tu pecho. Es decir, debes sentir que la mano que sube y baja mientras respiras es tu mano izquierda, la derecha debe permanecer lo más quieta posible.
Expulsa el aire por la boca durante 4 segundos y siente cómo tu estómago se hunde, se infla y se desinfla.
Respira lento y con ritmo, revisa que inhales durante 4 segundos y que exhales durante otros 4 segundos. Si tu mano derecha es la que más se está moviendo, algo está fallando, vuelve a comenzar.
Realiza este ejercicio durante 5 a 10 minutos cada vez que tengas ansiedad.
Siente cómo tu cuerpo se oxigena y cómo te sientes más ligero, más fresco y más claro para pensar.
Consulta con un profesional de la salud mental
A pesar de que la ansiedad sea emoción o una reacción normal a diferentes situaciones que puedes experimentar, hay momentos en los que puede salirse de control, extenderse en el tiempo y dominarte la mayor parte del tiempo. En el momento en que sientas que los altos niveles de ansiedad no te permiten concentrarte en el trabajo, que te aíslan, que traen problemas en tus relaciones familiares y afectivas, y que te afectan al punto de impedirte continuar con tus actividades básicas cotidianas, es hora de consultar con un psicólogo y con un psiquiatra, ya que lo más probable es que tu ansiedad se haya convertido en un trastorno de ansiedad.
La psicoterapia ayuda a comprender, identificar y transformar la ansiedad bajo supervisión de un profesional de la salud mental. Dependiendo de la severidad del trastorno de ansiedad, puede ser indicado que se combine la psicoterapia con un tratamiento psicofarmacológico que ayude a modular los niveles de ansiedad y, en general, las emociones, ya que en ocasiones hay aspectos del proceso de sentirse mejor que pueden escapar a tu propia voluntad (Únicamente recetados por un médico psiquiatra).
Mantén hábitos saludables - físicos y sociales
- Puedes procurar mantener una dieta rica en alimentos que ayudan a la producción de neurotransmisores como la “serotonina” (sustancias químicas que permiten la comunicación entre las diferentes partes del cerebro) claves para combatir la ansiedad y otras afecciones como la depresión. Algunos alimentos como el pavo, el pollo, el plátano, el arroz, las pastas, los lácteos, los huevos, los cereales, las legumbres, entre otros, permiten facilitar este proceso.
- También, mantener tu cuerpo activo a través del ejercicio puede ayudar a calmar la ansiedad y a que tu energía se nivele. Un cuerpo estático y quieto se convierte en un facilitador para que la ansiedad se mantenga en el tiempo. Hacer ejercicio te ayuda a liberarte de la ansiedad.
- De igual manera, es importante mantener hábitos sociales saludables. Los trastornos de ansiedad pueden alejarte de quienes más quieres y aprecias, tu familia, amigos, pares, compañeros, etc. Permitirlo es un error. Busca hacer lo contrario, más a tus únete más a quienes amas y busca compartir momentos significativos con ellos.
“A una persona con ansiedad le diría que recuerde que sólo son emociones y las emociones no matan, solo pueden asustar. Le sugeriría que busque estar a solas, ya que en esos momentos nos puede dar vergüenza. Y que trate de centrar su atención en el afuera, en lo que está haciendo y no en lo que está sintiendo.”
Ansiedad social y Covid-19
Hoy, la crisis sanitaria impuesta por el Covid-19 nos ha relegado al aislamiento, al distanciamiento social y con ello, nos hemos desacostumbrado a tener interacciones cara a cara. Así, las herramientas digitales se han convertido en el medio ideal para llevar a cabo nuestras actividades cotidianas y para muchas empresas el teletrabajo se ha convertido en la mejor forma de cuidar a sus empleados de nuevos contagios.
Hoy más que nunca la salud mental merece particular atención, los índices de dificultades asociadas al estado emocional han subido aceleradamente, hoy las personas tienden a estar más aisladas y las fuertes redes de apoyo social han tendido a desaparecer. De acuerdo con la Organización Mundial de La Salud (OMS) en el mundo existen más de 300 millones de personas con problemas de depresión y un poco más de 277 millones con problemas de ansiedad.
¿Pensarías entonces que la ansiedad social disminuye porque no estás físicamente frente a las personas? En realidad no es tan así. De hecho, es peor de lo que imaginas. Expertos en ciberpsicología y salud mental aseguran que la auto-consciencia o la consciencia que se tiene sobre sí mismo aumenta más de 10 veces en una videollamada, a diferencia de una interacción presencial. Esta auto-consciencia hace que la ansiedad social se dispare y alcance un alto nivel de intensidad. Dentro los síntomas físicos de la ansiedad social más frecuentemente se encuentran: el aumento del ritmo cardíaco, la sudoración excesiva y el aumento en la temperatura corporal.
Somos 10 veces más conscientes de que somos observados, no sólo por otros sino también por nosotros mismos, mientras no logramos identificar todo el lenguaje no-verbal. Esta situación escala al punto de producir ansiedad social. Las personas con ansiedad social suelen sentirse inseguras de sí mismas, constantemente sienten temor a ser juzgados negativamente durante situaciones sociales, aún más cuando se trata de entablar comunicación con desconocidos. Para muchos, la pandemia ha sido un detonante clave para que estos síntomas aparezcan.
“La pandemia ha sido devastadora para las personas con ansiedad, empezando con el mismo miedo de contraer el virus, que incrementa más los niveles de ansiedad. Después estuvo el tema del confinamiento y no poder hacer las mismas actividades que disfrutaba la gente como ir al cine, salir por un helado,etc.. y desde luego está la parte social, donde se nos limitó mucho el contacto con el otro; es bien sabido que la interacción social favorece la regulación emocional y la adecuada producción de neurotransmisores encargados de la alegría. Muchos de mis pacientes con ansiedad elevaron el consumo de sustancias adictivas durante esta etapa a manera de compensación por la pandemia.”
¿Cuándo ir al psicólogo o al psiquiatra?
Tener cualquier síntoma de un trastorno de ansiedad es razón suficiente para consultar a un especialista de la salud mental. No tratar a tiempo los elevados niveles de ansiedad hará que los síntomas empeoren y puedan derivar en consecuencias negativas, o en un trastorno de ansiedad propiamente. Aparte de esto, es clave descartar cualquier causa médica u orgánica que pudiera estar causando síntomas que sean similares a los de un trastorno de ansiedad, por esta razón debes consultar a tu médico especialista de cabecera.
¿Cómo elegir al psicólogo o al psiquiatra adecuado?
A continuación te mostramos los puntos clave que debes tener en cuenta a la hora de elegir a un especialista que ofrezca tratamiento para la ansiedad. El/la profesional deberá:
- Ser psicólogo o ser médico psiquiatra.
- Tener especialización o maestría específica en psicología clínica (en el caso de los psicólogos).
- Tener especialización médica específica en psiquiatría (en el caso de los médicos).
- Tener experiencia profesional que soporte su práctica clínica.
- Poseer amplio conocimiento sobre alteraciones de la salud mental.
- Tener formación terapéutica y conocer técnicas específicas para el manejo de la ansiedad.
- Haber atendido casos específicos de personas con crisis y trastornos de ansiedad, ataques de pánico, depresión, fobias sociales y específicas, etc.
- Destacarse por su capacidad de análisis y de escucha.
- Respetar estrictamente la confidencialidad de sus pacientes.
- Ser capaz de establecer una relación de confianza con sus pacientes.
- Ser empático con cada experiencia emocional de sus pacientes.
- Únicamente el médico psiquiatra puede recetar la medicación necesaria para tratar la ansiedad. El psicólogo no.
- Establecer los objetivos y plan de tratamiento.
- Llevar un registro o historia clínica de las sesiones realizadas.
No olvides revisar los comentarios de otros pacientes que ya hayan tenido consulta con el doctor de tu elección. Esto te dará una idea del estilo de trabajo y de la experiencia que otras personas como tú han tenido con el especialista de la salud
Costo del tratamiento para la ansiedad
El costo del tratamiento psicoterapéutico para la ansiedad variará de acuerdo al especialista de la salud mental al que decidas acudir. También, dependerá del costo de la psicoterapia y de la terapia psicofarmacológica (medicación) que te sea recetada por tu médico psiquiatra de ser necesario. Los costos promedio son:
Consulta y tratamiento para la ansiedad con un psicólogo de $500 MXN a $1.000 MXN
Consulta y tratamiento para la ansiedad con un psiquiatra de $800 MXN a $1.400 MXN
Consulta y tratamiento para la ansiedad con un psicoanalista de $650 MXN a $1.200 MXN
Mitos y verdades sobre la ansiedad
La ansiedad no requiere de tratamiento.
Esto es falso. Como cualquier otra enfermedad, los trastornos de ansiedad son un problema serio que afecta a más de 200 millones de personas alrededor del mundo. Es necesario tener el acompañamiento de un especialista de la salud mental, quien te ayudará a identificar cuál es la raíz de la ansiedad y de qué manera puedes incluir ciertas estrategias en tu día a día para evitar ataques severos. Si tu caso es de mayor severidad, puede que sea necesario complementar la terapia con medicamentos.
Solo puedo curar mi ansiedad con medicamentos.
No todas las personas con ansiedad requieren de un tratamiento psicofarmacológico. Esto lo determinará el especialista que atienda tu caso y bajo ninguna circunstancia debes consumir medicamentos sin que hayan sido indicados por tu médico psiquiatra. Esto no solo puede agravar los síntomas, sino que incluso podrías afectar severamente tu salud física.
Los alimentos que consumo pueden provocarme ansiedad.
Existe una relación entre lo que comes y la ansiedad pero estos no pueden provocar el trastorno en sí. Se recomienda que las personas que ya han sido diagnosticadas con un trastorno de ansiedad limiten el consumo de bebidas azucaradas, cafeína y alcohol. Esto con la finalidad de disminuir los estimulantes que puedan agravar los síntomas de ansiedad.
Tener ansiedad es sinónimo de ser débil.
Totalmente falso. La ansiedad no es sinónimo de debilidad, falta de carácter o fracaso. Vivir con un trastorno de ansiedad es complicado pero con la ayuda adecuada, es algo que se puede superar poco a poco. Los trastornos de ansiedad no son necesariamente para toda la vida. La ansiedad es algo real y que puede afectar muchos aspectos de tu vida. Por esto, hay que tomar el tratamiento con la seriedad que merece.
La ansiedad sólo causa síntomas emocionales.
La ansiedad se manifiesta siempre acompañada de síntomas fisiológicos al igual que a nivel emocional. Los síntomas físicos pueden ir desde el aumento del ritmo cardíaco, hasta la sudoración excesiva, temblores, sensación de opresión en el pecho, hiperventilación (respiración acelerada), sensación de agitación, entre otros.
Existe un tiempo determinado en que se pueden curar los trastornos de ansiedad.
Cada persona vive un proceso diferente. Generalmente, los procesos psicoterapéuticos pueden durar de 3 a 6 meses o más, dependiendo también del enfoque del terapeuta y de si hay un tratamiento farmacológico de por medio. Sin embargo, recuerda que la ansiedad aislada (no los trastornos) suele tener una curva de duración de 30 minutos.
Preguntas frecuentes sobre la ansiedad
Se recomienda que las personas que viven con un trastorno de ansiedad se mantengan alejadas de las bebidas con exceso de azúcar y cafeína. Por otro lado, es preferible eliminar o reducir considerablemente el consumo de bebidas alcohólicas, ya que el alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central, un disparador de los niveles de ansiedad y no es un buen aliado durante un tratamiento para la ansiedad. Además, el alcohol y otras drogas pueden alterar el efecto de la terapia farmacológica de la ansiedad y causar estragos de salud.
Tras el confinamiento que se dio después de la aparición del COVID-19, muchos de los pequeños de la casa han comenzado a desarrollar ansiedad infantil. Se estima que 7 de cada 10 niños en México ya experimentan síntomas de algún trastorno de ansiedad. Para ayudarlos, los padres o cuidadores deben enseñar a sus hijos a aumentar su tolerancia a la frustración, más aún con las situaciones que les causan ansiedad. No es saludable que se eliminen los detonantes o las causas de la frustración de los niños, ya que deben aprender a tener autocontrol y deben aprender a frustrarse saludablemente. Si no lo hacen, a largo plazo solo empeorará la situación. Además de esto, debes crear un espacio de comunicación empática y asertiva donde ellos se sientan libres de expresarse.
Cada persona tiene un detonante distinto para la ansiedad. Mientras que para unos puede ser la acumulación de estrés, dificultades en su vida personal, abuso de drogas o incluso algún trauma que no se haya superado del todo, otros pueden experimentar ansiedad por enfermedades como el cáncer, hipertiroidismo, afecciones respiratorias, entre otras. Justamente en esto recae la importancia de identificar qué es lo que provoca la ansiedad y trabajar sobre esto para lograr que tengas una buena calidad de vida o determinar si requieres un tratamiento farmacológico.
Existen distintas maneras de calmar la ansiedad pero una de las más sencillas y recomendadas son los ejercicios de respiración. Al inhalar y exhalar profundamente por unos minutos lograrás reducir la sensación de agobio y también controlar el ritmo cardíaco (respiración diafragmática). Por otro lado, muchos expertos recomiendan incluir actividad física en tu vida diaria así como actividades como el yoga o ejercicios de mindfulness.
Es posible curar un trastorno de ansiedad pero requiere de un tratamiento con un especialista y algunos cambios en tu vida diaria. El acompañamiento con un psicólogo, psicoterapeuta o psiquiatra te ayudará a entender la raíz de dicho trastorno y saber cuál es el mejor tratamiento para tu caso específico. Algunas personas se benefician de una gran cantidad de sesiones de terapia, otros con ayuda de un tratamiento farmacológico o incluso hay personas que necesitarán hacer un cambio total a su estilo de vida para eliminar la ansiedad.
Evita minimizar sus sentimientos: Es normal que tu primer instinto sea pedirle “que se calme” o que “no exagere”. Sin embargo, esto puede resultar contraproducente y generar que la persona se ponga a la defensiva. Lo mejor será que trates de hacer que la persona pueda identificarse contigo: dile que lo entiendes, que puedes imaginar que es vivir con ansiedad y que estás ahí para ayudarle.
Dale la oportunidad de expresarse: A veces uno ayuda más guardando silencio y escuchando que hablando sin parar. Dale la oportunidad a tu ser querido de desahogarse a como lo sienta mejor y durante el tiempo que necesite. Con esto, reducirá la tensión que tiene y podrá sentir tu empatía.
Invítalo a hacer ejercicios de respiración: Si quieres ayudar a una persona que está pasando por un episodio de ansiedad, la respiración será tu mejor aliado. Invítalo a que se siente junto a ti y guíalo para hacer respiraciones profundas. Si al principio se pone a la defensiva, se paciente y hagan las respiraciones en conjunto aunque no estén físicamente cerca.