Dermatitis atópica
Cómo tratarla y cómo cuidar la piel
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¿Qué es la dermatitis atópica?
Es probable que hayas escuchado el término dermatitis atópica en algún momento de tu vida, o que probablemente alguno de tus familiares haya tenido que buscar un tratamiento para esta afección médica. Esto se debe a que la dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel bastante común que genera hiper-reactividad, y defectos en los mecanismos de barrera de la piel, es bastante común y crónica, suele estar asociada a otras manifestaciones como la rinitis alérgica y el asma.
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Adultos
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Piel
Generalmente, la dermatitis atópica afecta desde bebés antes de los 2 años de edad, y evoluciona en forma de brotes (remisiones y exacerbaciones) a lo largo de la adolescencia; si los síntomas persisten hasta la edad adulta, la dermatitis atópica puede convertirse en una afección más grave.
Las causas principales de la dermatitis atópica nacen de la interacción de varios factores inmunológicos, ambientales y genéticos, además de ser una enfermedad que produce un deterioro de las capas de la piel, produce comezón, resequedad, brotes severos, inflamación de la piel, entre otras.
¿Sabías que?
En México, el 90% de los pacientes menores de 18 años que son atendidos por servicios de dermatología han presentado dermatitis atópica leve, un 8% de estos pacientes presenta dermatitis atópica moderada y el 2% presenta dermatitis atópica grave?
De otro lado, el 89% de adultos mayores de 18 años ha sido diagnosticado con dermatitis atópica leve, el 6% con la forma moderada de la afección, y el 5% ha obtenido diagnóstico de dermatitis grave.
¡Por esto es una enfermedad de la piel a la que debe prestarse atención!
Debido a esta alta frecuencia en la enfermedad y demanda de tratamientos dermatológicos, la dermatitis atópica se ha convertido en un problema de salud pública a nivel global, particularmente en México.
Síntomas de la dermatitis atópica
Los síntomas principales de la dermatitis atópica son:
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Brotes agudos en la piel
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Irritación y hormigueo en la piel que produce picazón
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Presencia de manchas rojizas en diferentes zonas del cuerpo
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Inflamación de la piel
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Incremento de comezón sobre la piel durante las noches
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Enrojecimiento
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Engrosamiento de la piel en ciertas áreas
Estos síntomas afectan la vida diaria y las actividades generales de las personas. Curiosamente, también el 89% de las personas diagnosticadas con dermatitis atópica suelen tener problemas de sueño y aproximadamente el 60% de los pacientes con dermatitis atópica moderada han tenido indicios de síntomas depresivos.
Dermatitis en bebés y niños
Como se mencionó anteriormente, la dermatitis atópica o eczema atópico es una enfermedad crónica e inflamatoria que evoluciona en varias fases y aparece como zonas rojas, secas y con picazón en la piel de bebés y niños. Tiene una prevalencia del 20% en bebés y niños, y se ha demostrado que es una enfermedad que ha incrementado considerablemente durante los últimos 30 años.
Infantes
Los bebés de 6 a 12 semanas de edad suelen desarrollar dermatitis atópica en forma de erupción (granitos rojos) en el rostro, la frente o el cuero cabelludo. El contacto con su saliva puede empeorar los síntomas. En muchos casos, el problema se resuelve a la edad de 3 años. Sin embargo, aproximadamente la mitad de los niños con dermatitis atópica la desarrollarán en la edad adulta.
En cuanto a la carga genética de la enfermedad, varios estudios han demostrado que en casos en los que ambos padres han sido diagnosticados con dermatitis atópica en algún momento de sus vidas, existe una prevalencia del 81% de que los recién nacidos la hereden, y 56% si uno de los padres la ha tenido y el otro no.
El tratamiento de la dermatitis atópica en los niños tiene como objetivo principal mejorar los síntomas y evitar los brotes.
Se recomienda:
- Hidratar la piel, utilizar únicamente agua tibia durante el baño
- No secar la piel frotandola con toallas en las zonas más afectadas
- Evitar los alérgenos ambientales (plantas, animales)
Diagnóstico de la dermatitis atópica
No juegues a ser tu propio doctor. Determinar la gravedad de la dermatitis atópica es importante para poder definir su tratamiento y manejo clínico. Visitar a un médico dermatólogo que pueda definir la intensidad de los signos clínicos y de las superficies corporales afectadas es el paso indicado a seguir.
Ten presente que si llegas a presentar algún tipo de infección en la piel, o si la picazón es tan severa que te ha llevado a dañar y alterar tu ciclo del sueño, ¡es importante consultar con un especialista de la salud! En doctoranytime puedesreservar una cita con un dermatólogo de manera simple en menos de 5 minutos.
La dermatitis atópica puede parecer similar a otro tipo de afecciones de la piel, y por tanto es crucial que haya un diagnóstico diferencial a través de exámenes histológicos (muestras de tejido) y otros exámenes de laboratorio para casos severos de dermatitis atópica.
Tratamiento de la dermatitis atópica
En términos generales, el éxito de todos los tratamientos para la dermatitis atópica se fundamenta en la aplicación de soluciones hidratantes sobre las áreas afectadas de forma constante, reguladores inmunológicos si se requieren, así como cuidados rigurosos de la piel que deben ser dictaminados por un médico dermatólogo y de acuerdo a la severidad de cada caso.
Se recomienda:
- Utilizar sustitutos del jabón.
- Realizar baño diario con agua tibia.
- Debe evitarse frotar la piel durante el baño.
- Secar la piel de la manera más delicada y suave posible.
- Aplicar la solución hidratante para la piel inmediatamente después del secado de la piel.
- Usar ropa de algodón.
- No lavar la ropa con suavizantes o blanqueadores, únicamente con detergentes líquidos.
- Dormir con pijamas húmedas. Esto ayuda a reducir rápidamente la gravedad de los brotes en la piel, ya que disminuyen la pérdida de agua y, además, son una buena forma de evitar la constante rasquiña.
Además, existen 3 principales líneas de tratamiento:
Primera línea de tratamiento para la dermatitis atópica
Se basan en el uso de corticoides (lociones, ungüentos, cremas) aplicados directamente en la piel y fototerapia.
Segunda línea de tratamiento para la dermatitis atópica
Incluye todas las medidas mencionadas en la primera línea de tratamiento, más la utilización de medicamentos que pueden usarse vía oral, intramuscular o endovenosa.
Tercera línea de tratamiento para la dermatitis atópica
Cuando los pacientes no obtienen los efectos esperados en los tratamientos descritos, se puede adicionar el uso de inmunosupresores recetados por el médico tratante y uso de biológicos.
Mitos y verdades sobre la dermatitis atópica
Todos los niños con dermatitis atópica la seguirán experimentando en la vida adulta.
Después de algunos años, la mayoría de niños dejan de experimentar los síntomas relacionados con la dermatitis atópica y únicamente un porcentaje muy pequeño llega a la vida adulta con algún síntoma.
Los brotes, la rasquiña y la irritación suelen empeorar durante el día. MITO.
Los síntomas de la dermatitis atópica suelen empeorar durante las horas de la noche. La sensación de picazón aumenta considerablemente porque la piel no está hidratada.
La dermatitis atópica es contagiosa a través del contacto.
No, la dermatitis atópica no es contagiosa. Al contrario, como se ha explicado anteriormente, el paciente debe tener cuidados exhaustivos de lavarse bien la zona y no tocarla con las manos sucias, porque puede infectar cualquier herida abierta o zona de brote muy maltratada.
Preguntas frecuentes sobre la dermatitis atópica
En primera instancia, es importante evitar el agua caliente, de preferencia tomar el baño con agua tibia/fría. También, es necesario evitar a toda costa frotar las zonas afectadas de la piel cuando intente secar. Puedes aplicar compresas frías sobre las manchas y, después de un rato, una crema hidratante igualmente a baja temperatura, ya que el enfriamiento de la piel disminuye el comezón.
Pueden observarse algunas tendencias marcadas durante primavera e invierno. En primavera es común la presencia de polen en el ambiente y esto puede causar reacciones alérgicas en la piel. Además, la falta de humedad durante el invierno produce resequedad y puede favorecer la aparición del resto de síntomas.
Los expertos reportan que la mayoría de síntomas y exacerbaciones suelen controlarse aproximadamente a los 17 días de haberse iniciado el tratamiento, ya sea tópico o farmacológico.