El coste de una consulta con un gastroenterólogo puede variar mucho en función de su ubicación geográfica, la consulta e incluso su plan de seguro. Sin embargo, para hacerse una idea general de lo que puede esperar, veamos algunos de los costes que conlleva.

Pruebas analíticas
Cuando visite a un gastroenterólogo, es probable que se someta a una serie de pruebas para determinar la causa de su hinchazón y dolor abdominal, estas pruebas incluyen un hemograma completo, una prueba de lactato, un panel metabólico básico y una prueba histológica.
Los resultados de estas pruebas ayudarán a su médico a comprender su historial médico y determinar el mejor tratamiento. Dado que cada paciente responde de forma diferente al tratamiento, estas pruebas también son útiles para controlar la eficacia de su tratamiento.
Consulta y examen general
Antes de iniciar el tratamiento, su gastroenterólogo dedicará unos 30 minutos a revisar su historial médico y realizar una exploración física. Durante este tiempo, su médico le hará preguntas sobre sus síntomas y su historial médico, así como sobre su dieta actual y sus hábitos de salud.
También le examinará el abdomen y tomará notas sobre su salud y medicación. Además de estos exámenes generales, es posible que su médico le haga otras pruebas, como una ecografía o una colonoscopia.
Prescripción y tratamiento
Basándose en las pruebas y el examen, su médico le recomendará un tratamiento. Puede recetarle un medicamento que deberá tomar por vía oral, inyectarse o introducirse en el recto. También puede recomendarle cambios en la dieta o fisioterapia para tratar los síntomas.
Atención ambulatoria
Si sigue la prescripción que le ha dado su gastroenterólogo, podrá ver resultados tangibles en poco tiempo. Como paciente ambulatorio, acudirá a su médico para revisiones periódicas, durante las cuales probablemente usted y su médico hablarán sobre su plan de tratamiento y sus progresos.
Dependiendo de su plan de seguro y de su médico, es posible que pueda acudir a una clínica ambulatoria durante estas visitas, lo que le permitirá recibir tratamiento y revisiones sin tener que pasar por el engorro de concertar una cita y arreglarse.
Te recomendamos buscar un gastroenterólogo cerca de tu localidad.
La visita al médico
Durante la consulta, intente hacer preguntas y entablar una conversación con el médico, es posible que el médico le recete algún medicamento, le haga recomendaciones para futuras citas o le proporcione otros cuidados.
También puede llevar una lista de preguntas en un papel y guardarlas en una carpeta de citas para no olvidarse de hacerlas. También debe tomar notas durante la cita, para poder consultarlas más tarde si tiene alguna duda o pregunta.
Pruebas diagnósticas y exámenes
Después de su consulta inicial con el gastroenterólogo, sus visitas periódicas pueden consistir en visitas para controlar su evolución, más que en pruebas exhaustivas. Sin embargo, si su enfermedad es complicada y necesita someterse a pruebas exhaustivas, es probable que su médico le recomiende una estancia en el hospital para realizar las pruebas y el tratamiento.
Durante estas pruebas, el médico puede solicitar un análisis de sangre, una ecografía o una radiografía. También puede realizarle una exploración abdominal en busca de pólipos cancerosos. Dependiendo del diagnóstico, el médico también puede realizar una gammagrafía de vaciado gástrico o una prueba de aliento para detectar la presencia de h. pylori.

Cuidados de seguimiento
Una vez finalizado el tratamiento, es probable que deba asegurarse de seguir las instrucciones de su médico y tomar los medicamentos correctamente. Por ejemplo, es posible que deba tomar una medicación diaria con la comida, o tomar una pastilla a una hora determinada del día. Dependiendo de su enfermedad, el médico también puede recomendarle visitas de seguimiento para controlar su evolución.
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Costes adicionales y atención hospitalaria
Dependiendo de su diagnóstico, también puede necesitar cuidados adicionales una vez finalizado el tratamiento, como permanecer en una residencia de ancianos o en un centro de cuidados de larga duración. Para cubrir el coste de estos servicios especializados, es probable que tenga que solicitar un plan de seguro para residencias de ancianos o cuidados de larga duración.
Conclusión
La visita a un gastroenterólogo puede resultar cara y hacer que se lo piense dos veces antes de ir al médico. Sin embargo, si decide visitar a un gastroenterólogo, puede tomar medidas para que la visita le resulte menos costosa, como llevar una lista de preguntas y planificar con antelación el transporte. Aunque los costes de una visita al gastroenterólogo pueden variar, puede estar tranquilo sabiendo que hay cosas que puede hacer para reducirlos. Por ejemplo, puede acudir al médico los fines de semana, pedir cita con dos semanas de antelación y llevar una lista de preguntas para no olvidarse de hacerlas
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